El hidromiel es una bebida alcohólica fermentada a base de miel y agua. Consumida desde la antigüedad, esta bebida se menciona por primera vez en los versos del Rig Vedá (compuesto entre el 1700 y el 1100 a. C.), uno de los libros sagrados del Vedismo. En la Grecia clásica se llamaba «melikraton» y los romanos la llamaron «aqua mulsum», aunque esta versión era más bien vino de uva endulzado.
Agregar al agua la cantidad de miel deseada, agitar hasta que la mezcla quede bien homogeneizada. Agregar una cucharadita de levadura seca a la mezcla, disolver muy bien el fermento en la solución de miel. Luego se debe dejar reposar unos días, el período de reposo es de aproximadamente 7 días a una temperatura ambiente de 30°, esto se verifica porque se produce una abundante espuma que puede desbordar por la boca del envase, después se puede cerrar el envase de forma hermética mientras continua la fermentación, o bien dejarlo reposar un par de días más y luego retirar las levaduras muertas con un cuidadoso trasvasijado. La fermentación se puede detener mediante un enfriamiento brusco que controle la proliferación de las levaduras. Un período de reposo posterior permite la decantación y clarificado natural del producto. Como se puede observar la preparación de hidromiel se basa en la fermentación de levaduras sobre los azúcares presentes en la miel transformándolas en alcohol, el cual puede alcanzar de 10 a 11,5 grados alcohólicos. Cuando el sustrato de azúcar se agota es posible que ingresen microorganismos que transforman el alcohol en ácido derivando entonces en vinagre. Una manera de controlar este peligro es agitar periódicamente la solución lo que permitirá homogenizar el proceso de fermentación, eliminar el dióxido de carbono de la solución e incorporar oxígeno.
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